Hace años, (demasiados) trabajé en un Video-Club en Elda.
Tengo una divertida anécdota de aquellos años ocurrida con un cliente del cual no olvidaré nunca su nombre, que he contado en muchas ocasiones y que paso a dejarla también flotando por esta blogosfera.
Era una mañana entre semana, de lo más tranquila. Entró un cliente que tras un superficial repaso eligió una pelicula.
Tras dejarla encima del mostrador me preguntó tan escueta como educadamente:
-¿Usted qué opina?
Recuerdo que la película se titulaba FX- Efectos mortales, una pelicula que en su día ví en el cine y me gustó mucho.
Le contesté de forma escueta también; :
- Está muy bien, le gustará, seguro.
Procedí como de costumbre a pedir su número de socio, y sorprendentemente, tras hacerlo, me volvió a preguntar sin decirmelo y en un tono identico:
-¿Usted qué opina?
Me quedé ligeramente desconcertado, -será que quiere un poco más de cariño en mi opinión- pensé, y mientras miraba la carátula le dije:
- Bueno, la película trata de un especialista de efectos de cine, y tiene una trama entre suspense y thriller policiaco. Creo que no le va a defraudar...
Me quedé pensando si habría sido suficiente, y le volví a preguntar:
- ¿Me dice el número de socio...?
- ¿Usted qué opina?- me dijo de nuevo de forma algo más contundente, sin cambiar, eso sí ,el gesto serio de su cara.
Tras dejarla encima del mostrador me preguntó tan escueta como educadamente:
-¿Usted qué opina?
Recuerdo que la película se titulaba FX- Efectos mortales, una pelicula que en su día ví en el cine y me gustó mucho.
Le contesté de forma escueta también; :
- Está muy bien, le gustará, seguro.
Procedí como de costumbre a pedir su número de socio, y sorprendentemente, tras hacerlo, me volvió a preguntar sin decirmelo y en un tono identico:
-¿Usted qué opina?
Me quedé ligeramente desconcertado, -será que quiere un poco más de cariño en mi opinión- pensé, y mientras miraba la carátula le dije:
- Bueno, la película trata de un especialista de efectos de cine, y tiene una trama entre suspense y thriller policiaco. Creo que no le va a defraudar...
Me quedé pensando si habría sido suficiente, y le volví a preguntar:
- ¿Me dice el número de socio...?
- ¿Usted qué opina?- me dijo de nuevo de forma algo más contundente, sin cambiar, eso sí ,el gesto serio de su cara.
Trague saliva. Joder, este tio debe estar colgao- pensé. Pero no me cuadraba, aquel tipo bien vestido y educado, no parecía un friki ni tenía aspecto de estar mal de la cabeza, pero aquello tampoco era normal, así que en un definitivo intento de convencerle con mi opinión, no se me ocurrió otra cosa que contarle más detalladamente la trama, a ver si así...
- Pues, ya le digo, la trama es muy buena, un mafioso, que es testigo protegido de la policía, y solo se presta a declarar si fingen que lo asesinan en un restaurante, para que no le busquen y ajustarle cuentas y para eso contratan a un especialista de cine, pero después pasa lo que pasa, que la cosa se complica, y en fin... Tampoco le voy a contar el final no? - dije congelando una sonrisa nerviosa...
Aquel tipo me miraba absolutamente serio, y tuve la sensación de que mientras le explicaba la trama de la pelicula su único pensamiento era el de "este tio es gilipollas"
Así que con cierto desconcierto y acojonado de que me volviera a preguntar "Usted qué opina" le volví a decir:
- Si me dice el número de socio...
- EUSTAQUIO P I N A, me llamo E U S T A Q U I O P I N A, y no sé mi numero de socio, y, por favor, no me cuente el final, que ya la veo yo !!
Efectivamente, enseguida entendí por qué me miraba como diciendo: Pero qué coño hace este tio contándome la película cada vez que le digo mi nombre- , asi que por unos instantes los dos pensamos que ambos eramos ligeramente gilipollas.
Estuve a punto de hacerme el tonto y darle la pelicula sin más pero, no podía disimular la risa por la confusión y al final acabé explicándole el origen del malentendido.
- Pues, ya le digo, la trama es muy buena, un mafioso, que es testigo protegido de la policía, y solo se presta a declarar si fingen que lo asesinan en un restaurante, para que no le busquen y ajustarle cuentas y para eso contratan a un especialista de cine, pero después pasa lo que pasa, que la cosa se complica, y en fin... Tampoco le voy a contar el final no? - dije congelando una sonrisa nerviosa...
Aquel tipo me miraba absolutamente serio, y tuve la sensación de que mientras le explicaba la trama de la pelicula su único pensamiento era el de "este tio es gilipollas"
Así que con cierto desconcierto y acojonado de que me volviera a preguntar "Usted qué opina" le volví a decir:
- Si me dice el número de socio...
- EUSTAQUIO P I N A, me llamo E U S T A Q U I O P I N A, y no sé mi numero de socio, y, por favor, no me cuente el final, que ya la veo yo !!
Efectivamente, enseguida entendí por qué me miraba como diciendo: Pero qué coño hace este tio contándome la película cada vez que le digo mi nombre- , asi que por unos instantes los dos pensamos que ambos eramos ligeramente gilipollas.
Estuve a punto de hacerme el tonto y darle la pelicula sin más pero, no podía disimular la risa por la confusión y al final acabé explicándole el origen del malentendido.
Por eso os digo que nunca olvidaré el nombre de aquel socio.
Probad a decirlo.
Yo por más que lo intento vuelvo a oir "¿USTED QUÉ OPINA?"
7 comentarios:
Juaaaajaja. Esto está en el number one de la antología de tu anecdotario. Me hace mucha gracia imaginarte apurao con ganas de salir de ese atolladero.
Pues menos mal que no se eligió una porno. A ver cómo te hubieras esmerado en dar detalles para complacerle...
Esto me confirma que las anecdotas verdaderamente graciosas nuna dejan de serlo. Esta, te la he oido y la he contado hasta la saciedad y siempre me interrumpe la risa.
Lo curioso es que sabiendo el final la haya leido carcajeandome de nuevo. Aunque ya es inutil podias haber hecho, post mortem, un poco de propagnda al videoclub diciendo que era "El Videoclub Bronson" Quizás allí te surgiera el germen que iba a orientar tu vida. Si así fué, bien valió mi equivocado intento.
Cuando no entiendo bién a una persona y me incomoda tener que preguntar "¿qué?" a toda hora, por no crear incomodidad, intento empezar a hablar de lo que sea y ocupar con mi conversación la mayor parte del tiempo sin dar oportunidad a que el otro hable mucho, pero en este caso no me hubiera valido porque tú esperabas la respuesta a tu escueta pregunta jajajaja ¡Qué incomodo pero qué gracioso suena ahora! FRAN.
yo tambièn he contado esta anècdota a pesar de no haberla vivido en primera persona,pero es que es tan graciosa....Me hace mucha gracia lo que pensabas tù,pero me hace mucha màs, pensar en lo que al pobre Eustaquio le pasaba por la cabeza mientras tù te empeñabas en contarle enterita la peli.ja,ja,ja,ja
Restaurante Wary Nessy..."de qué nos hablas...?"
Esta tambien fue buena...ja ja ja..
P.D. Por ciert0 Fran, me extraña creer que seas incapaz de entender a una persona cuando te habla...ja jaja
Jajaja... yo sin duda le hubiera dado la pelicula y me hubiera ido corriendo a esconder en algun sitio del videoclub... que vergüenza!
Bueno, Tomás no sabía q tu tb tuvieras un rinconcito en la blogosfera, me alegro mucho porque me he pasado a devolverte tu saludo y a darte las gracias por el apoyo y me he quedado la última hora leyendote... y tengo ganas de mas!
Por cierto como se nota que sois hermanos Juanra y tu...
¿Y que videoclub era ese? Yo trabaje tambien en un videoclub de Elda... concretamente el Murillo...
PD: No soy Eustaquio Pina.
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